Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. I Juan 5:14-15
Cuando descubrí este versículo me sentí feliz, pues muchas veces aunque oramos, en realidad dudamos, nos falta la fe, porque no estamos seguros de que Dios oiga nuestra petición. Creo que los cristianos permanentemente se preguntan ¿como es que podemos saber a ciencia cierta cual es la voluntad de Dios?, ¿como estamos seguros que estamos decidiendo o actuando en su voluntad?, ¿como puedo saber que mi oración está en su voluntad y por lo tanto estar seguros de que el nos oirá? ¿será que Dios oye mi petición? Les comparto algunos consejos que nos ayudarán a saber si pedimos en su voluntad.
1. Pedimos en su voluntad, cuando lo que pedimos son verdades confirmadas o afirmadas en su Palabra. Por ejemplo, cuando una esposa ora por la conversión de un esposo, hijo o padre; en este sentido podemos estar seguras de que oramos en su voluntad y por lo tanto Dios nos oirá, porque la Biblia claramente señala que el desea que todos procedan al arrepentimiento, ese es el plan de Dios que todos le conozcan, así que nuestra oración está alineada a su propósito. Lo mismo sucede cuando una esposa ora por un esposo que se ha ido a trabajar a otra región, la persona puede estar segura de que la voluntad de Dios es la unidad del matrimonio, así que si ora pidiendo un trabajo en la misma ciudad donde vive la esposa Dios oirá, a menos que la voluntad del Señor sea que ella junto con sus hijos se traslade a la zona donde el esposo está. En este caso si las puertas a un trabajo en la región donde vive la esposa no surgen, entonces claramente quien debe movilizarse es la esposa, el problema es que muchas veces no queremos perder nuestra comodidad, nos deleitamos en la condición en que estamos, allí es cuando la Biblia dice "pedís para vuestros deleites".
2. Pedimos en su voluntad cuando lo que pedimos no contradice sus mandamientos o la norma Bíblica. Nosotros sabemos lo que Dios demanda del cristiano, pero a veces le desobedecemos y queremos que Dios resuelva cosas que son el producto de no escucharle. Dios puede ayudarnos, pero ciertamente no evitará que vivamos las consecuencias de desobedecer. Entendemos el principio de autoridad y oramos contra la autoridad, entedemos que hay que hacer el bien siempre y a veces oramos pidiendo algo que causará mal a otros. En estos casos cuan importante es conocer la Palabra, porque a veces pedimos cosas que van contra la naturaleza misma de Dios, El no puede contradecirse contestando algo que va en contra de la Palabra que el ya dió.
3. Pedimos en su voluntad cuando oramos y la oración trae paz: La paz es la quietud del corazón, que viene cuando depositamos en las manos de Dios algo de lo cual no tenemos ni tendremos nunca el control. Cuando oramos por algo, estamos trasladando a Dios esa petición, dejándola en sus manos, reconociendo su soberanía y su poder, sabiendo que nosotros no pademos hacer nada, por lo tanto dejarlo en las manos de Dios nos da paz en el corazón, no porque El nos contestará como deseamos, más bien porque sabemos que sea cual fuere su respuesta, tendré paz en mi vida, porque El desea bien a sus hijos.
4. Podemos pedir en su voluntad cuando reconocemos quien es Dios, en su escencia, que es soberano, poderoso, que es justo, bueno. Así es, personas que piden por la sanidad de una persona con una enfermedad terminal, lo correcto es orar con la Palabra y entender que la respuesta no nos corresponde a nosotros, en realidad por su soberanía el decidirá que es lo mejor, porque siempre su voluntad será buena, agradable y perfecta.
La oración debe traer descanso al corazón, cuando oramos con constancia por una petición, la respuesta de Dios debe traer paz, a veces su respuesta será si, otras veces será no, pero algo que debemos tener seguros es que siempre su respuesta será para bien, El nos ama y ve lo que nosotros no vemos, así que depositemos confiadamente en El nuestras cargas y peticiones, no sin antes dar gracias y adorarle porque El es bueno.
Agradecida con su llamado
Karen
Cuando descubrí este versículo me sentí feliz, pues muchas veces aunque oramos, en realidad dudamos, nos falta la fe, porque no estamos seguros de que Dios oiga nuestra petición. Creo que los cristianos permanentemente se preguntan ¿como es que podemos saber a ciencia cierta cual es la voluntad de Dios?, ¿como estamos seguros que estamos decidiendo o actuando en su voluntad?, ¿como puedo saber que mi oración está en su voluntad y por lo tanto estar seguros de que el nos oirá? ¿será que Dios oye mi petición? Les comparto algunos consejos que nos ayudarán a saber si pedimos en su voluntad.
1. Pedimos en su voluntad, cuando lo que pedimos son verdades confirmadas o afirmadas en su Palabra. Por ejemplo, cuando una esposa ora por la conversión de un esposo, hijo o padre; en este sentido podemos estar seguras de que oramos en su voluntad y por lo tanto Dios nos oirá, porque la Biblia claramente señala que el desea que todos procedan al arrepentimiento, ese es el plan de Dios que todos le conozcan, así que nuestra oración está alineada a su propósito. Lo mismo sucede cuando una esposa ora por un esposo que se ha ido a trabajar a otra región, la persona puede estar segura de que la voluntad de Dios es la unidad del matrimonio, así que si ora pidiendo un trabajo en la misma ciudad donde vive la esposa Dios oirá, a menos que la voluntad del Señor sea que ella junto con sus hijos se traslade a la zona donde el esposo está. En este caso si las puertas a un trabajo en la región donde vive la esposa no surgen, entonces claramente quien debe movilizarse es la esposa, el problema es que muchas veces no queremos perder nuestra comodidad, nos deleitamos en la condición en que estamos, allí es cuando la Biblia dice "pedís para vuestros deleites".
2. Pedimos en su voluntad cuando lo que pedimos no contradice sus mandamientos o la norma Bíblica. Nosotros sabemos lo que Dios demanda del cristiano, pero a veces le desobedecemos y queremos que Dios resuelva cosas que son el producto de no escucharle. Dios puede ayudarnos, pero ciertamente no evitará que vivamos las consecuencias de desobedecer. Entendemos el principio de autoridad y oramos contra la autoridad, entedemos que hay que hacer el bien siempre y a veces oramos pidiendo algo que causará mal a otros. En estos casos cuan importante es conocer la Palabra, porque a veces pedimos cosas que van contra la naturaleza misma de Dios, El no puede contradecirse contestando algo que va en contra de la Palabra que el ya dió.
3. Pedimos en su voluntad cuando oramos y la oración trae paz: La paz es la quietud del corazón, que viene cuando depositamos en las manos de Dios algo de lo cual no tenemos ni tendremos nunca el control. Cuando oramos por algo, estamos trasladando a Dios esa petición, dejándola en sus manos, reconociendo su soberanía y su poder, sabiendo que nosotros no pademos hacer nada, por lo tanto dejarlo en las manos de Dios nos da paz en el corazón, no porque El nos contestará como deseamos, más bien porque sabemos que sea cual fuere su respuesta, tendré paz en mi vida, porque El desea bien a sus hijos.
4. Podemos pedir en su voluntad cuando reconocemos quien es Dios, en su escencia, que es soberano, poderoso, que es justo, bueno. Así es, personas que piden por la sanidad de una persona con una enfermedad terminal, lo correcto es orar con la Palabra y entender que la respuesta no nos corresponde a nosotros, en realidad por su soberanía el decidirá que es lo mejor, porque siempre su voluntad será buena, agradable y perfecta.
La oración debe traer descanso al corazón, cuando oramos con constancia por una petición, la respuesta de Dios debe traer paz, a veces su respuesta será si, otras veces será no, pero algo que debemos tener seguros es que siempre su respuesta será para bien, El nos ama y ve lo que nosotros no vemos, así que depositemos confiadamente en El nuestras cargas y peticiones, no sin antes dar gracias y adorarle porque El es bueno.
Agradecida con su llamado
Karen
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