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Mostrando entradas de octubre, 2015

Viviendo para Dios

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  Rom. 12:1   Mientras escuchaba el mensaje del domingo sentía como Dios hablaba a mi corazón respecto a cosas que necesitaba cambiar, cuanta razón tiene el verso que nos señala que el comenzó la obra en nosotros será fiel en completarla, porque siempre estamos necesitando que Dios cambia areas de nuestra vida, siempre estamos necesitando su formación, que moldee nuestro carácter de modo que nos parezcamos más a El. Es interesante que la primera parte de Romanos es puramente doctrinal, pero a partir de el capítulo 12 comienza la enseñanza práctica, de aplicación diaria. Es decir que saber teología y no vivir de acuerdo a esa teología que sabemos no proviene de Dios, en realidad la teología solo constituye la base de nuestra fe, pero esta fe debe ser vivida a diario, como ciudadanos de un reino celestial neces

¿Ama realmente al Señor?

Jesús le contestó: si alguien me ama, también me obedece.  Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él.  San Juan 14:23 En la última semana Dios me habló mientras preparaba la lección del discipulado que me tocaba esos días, y no puedo quedarme con esa palabra que nos muestra el porque muchos cristianos hoy viven en derrota, a pesar de haberse encontrado con Cristo y asistir cada domingo a la iglesia.  Me ha parecido interesante porque Dios nos promete una vida abundante, sin embargo una mayoría de cristianos nunca llega a experimentar esa vida abundante, la pregunta es porque vidas miserables, con dificultades, dolor, ansiedad y tristeza. En San Juan 14:23 está la clave, Dios nos demanda obediencia, pero la mayoría de las personas quieren experimentar la bendición sin pagar el precio, es decir sin obedecer, viviendo cada quien como bien le parece.  El pecado en la vida del creyente después que este ha conocido al Señor, le hace perder elementos valiosos que Dios nos ofrece