Jesús le contestó: si alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él. San Juan 14:23
En la última semana Dios me habló mientras preparaba la lección del discipulado que me tocaba esos días, y no puedo quedarme con esa palabra que nos muestra el porque muchos cristianos hoy viven en derrota, a pesar de haberse encontrado con Cristo y asistir cada domingo a la iglesia. Me ha parecido interesante porque Dios nos promete una vida abundante, sin embargo una mayoría de cristianos nunca llega a experimentar esa vida abundante, la pregunta es porque vidas miserables, con dificultades, dolor, ansiedad y tristeza.
En San Juan 14:23 está la clave, Dios nos demanda obediencia, pero la mayoría de las personas quieren experimentar la bendición sin pagar el precio, es decir sin obedecer, viviendo cada quien como bien le parece. El pecado en la vida del creyente después que este ha conocido al Señor, le hace perder elementos valiosos que Dios nos ofrece cuando vivimos en santidad y obediencia, veamos estos elementos:
1. Cuando pecamos Dios no escucha nuestras oraciones, no logramos recibir contestación a lo que estamos solicitando-Isaías 59:1-2. Se imagina que triste y duro es que la única persona que puede dar respuesta a nuestras peticiones cierre su oído a nuestro clamor, a mi en lo particular me parece duro y difícil. Cuando nosotros tenemos comunión con El Señor y experimentamos el gozo y la libertad de estar en su presencia, definitivamente es duro saber que el deja de escucharnos mientras vivimos en pecado. La mayoría de personas olvidamos esto y nos quejamos porque Dios no nos escucha, pero no examinamos nuestro interior, nuestra vida de pecado ocasional o permanente, o quizás sabiendo que estamos viviendo en pecado, preferimos amar más el pecado que al Señor. Si alguien me ama dice el Señor, también me obedece.
2. No tenemos gozo- Salmos 51:1-12. Yo puedo dar fe de eso, por un tiempo mi corazón se llenó de resentimiento y falta de perdón hacia gente que me había dañado a mi y a mi esposo, y me sentía literalmente amargada, triste, no había gozo en mí. Pero cuando venimos y confesamos nuestro pecado y nos arrepentimos de lo malo que hacemos, entonces Dios pone gozo en nosotros, no es que los demás cambian, es que Dios obra un cambio en nuestro interior, nos da un corazón perdonador y aunque el mundo se esté cayendo nosotros vivimos con el gozo y la paz de que Dios está al control.
3. No tenemos poder con Dios -Josué 7. Acán había cometido pecado y el pecado de el ocasionó la derrota de Israel en Hai. Un creyente que deja que el pecado entre en su vida es un cristiano sin el poder de Dios en su vida, es un cristiano de continuas derrotas, nunca ve las victorias. Así que tan sencillo como obedecer al Señor es tener una vida de victoría, porque Dios camina con el que le obedece y si Dios va con nosotros, quien contra nosotros.
4. Dañamos la obra de Cristo-Josué 7. En este pasaje vemos que el pecado de Acán no solo le afecto a el, su pecado afecto al pueblo de Dios, de igual manera cuando un creyente cae en pecado, por causa de ese pecado se afecta el cuerpo de Cristo, la iglesia. Cuando usted ve una iglesia que no crece, que mantiene el status quo, pero no avanza, hay un fruto incipiente, la gente que desea crecer se va a otra iglesia, los programas no son efectivos y la gente se queja del pastor, del trabajo que hace; pero en realidad es el pecado de la gente en la iglesia lo que estorba la obra, vemos infidelidades, deslealtad, murmuración, falta de sujeción, mentiras, calumnias dentro del pueblo de Dios, pero preferimos callar y hacernos de la vista gorda como dicen por allí, preferirnos estar bien con los hombres, antes que estar bien con Dios, porque es tan culpable el que peca, como el que conociendo el pecado se llama al silencio. Y cuando el pecado se trata de señalar, entonces es malo el que señala el pecado y bueno el pecador, porque tristemente en estos tiempos llamamos a lo malo, bueno y a lo bueno, malo.
5. Soportamos estrés mental y emocional. Salmo 32:1-4. Esto es lo que le paso a David mientras no confesó su pecado, el dice que envejecieron sus huesos, porque el pecado nos destruye, nos quita el sueño, nos trae estrés, depreción, cansancio.
Dios nos ha traído libertad del pecado, no volvamos a la esclavitud. No somos libres si vamos a la iglesia, no somos libres si nos sentimos buenos, somos libres cuando nos arrepentimos del pecado y dejamos que Dios obre cambios en nuestro interior, pero jamás veremos la obra de Dios en nuestras vidas, si no aprendemos a vivir en su presencia, no un rato en la iglesia, me refiero a entender que el es nuestro amado, y cada día deberíamos amanecer postrados a sus pies, pues allí, donde nadie nos ve, Dios actua y nos da el poder para vivir nuestros días en victoria y con la seguridad de su presencia en todo lo que hacemos.
¿Ama usted realmente al Señor? o ama más ese pecado que le aleja de el y le tiene en derrota, si le amamos la mejor muestra de ello será procurar una vida de obediencia, que no es fácil, pero que es más facil cuando pasamos tiempo con el.
Mi oración es que usted descubra los tesoros que recibimos cuando entendemos que Dios desea una relación con nosotros, cada día y no únicamente los domingos. Bendigo la vida de los que han leído este post, rogando que Dios hable a sus corazones.
En la última semana Dios me habló mientras preparaba la lección del discipulado que me tocaba esos días, y no puedo quedarme con esa palabra que nos muestra el porque muchos cristianos hoy viven en derrota, a pesar de haberse encontrado con Cristo y asistir cada domingo a la iglesia. Me ha parecido interesante porque Dios nos promete una vida abundante, sin embargo una mayoría de cristianos nunca llega a experimentar esa vida abundante, la pregunta es porque vidas miserables, con dificultades, dolor, ansiedad y tristeza.
En San Juan 14:23 está la clave, Dios nos demanda obediencia, pero la mayoría de las personas quieren experimentar la bendición sin pagar el precio, es decir sin obedecer, viviendo cada quien como bien le parece. El pecado en la vida del creyente después que este ha conocido al Señor, le hace perder elementos valiosos que Dios nos ofrece cuando vivimos en santidad y obediencia, veamos estos elementos:
1. Cuando pecamos Dios no escucha nuestras oraciones, no logramos recibir contestación a lo que estamos solicitando-Isaías 59:1-2. Se imagina que triste y duro es que la única persona que puede dar respuesta a nuestras peticiones cierre su oído a nuestro clamor, a mi en lo particular me parece duro y difícil. Cuando nosotros tenemos comunión con El Señor y experimentamos el gozo y la libertad de estar en su presencia, definitivamente es duro saber que el deja de escucharnos mientras vivimos en pecado. La mayoría de personas olvidamos esto y nos quejamos porque Dios no nos escucha, pero no examinamos nuestro interior, nuestra vida de pecado ocasional o permanente, o quizás sabiendo que estamos viviendo en pecado, preferimos amar más el pecado que al Señor. Si alguien me ama dice el Señor, también me obedece.
2. No tenemos gozo- Salmos 51:1-12. Yo puedo dar fe de eso, por un tiempo mi corazón se llenó de resentimiento y falta de perdón hacia gente que me había dañado a mi y a mi esposo, y me sentía literalmente amargada, triste, no había gozo en mí. Pero cuando venimos y confesamos nuestro pecado y nos arrepentimos de lo malo que hacemos, entonces Dios pone gozo en nosotros, no es que los demás cambian, es que Dios obra un cambio en nuestro interior, nos da un corazón perdonador y aunque el mundo se esté cayendo nosotros vivimos con el gozo y la paz de que Dios está al control.
3. No tenemos poder con Dios -Josué 7. Acán había cometido pecado y el pecado de el ocasionó la derrota de Israel en Hai. Un creyente que deja que el pecado entre en su vida es un cristiano sin el poder de Dios en su vida, es un cristiano de continuas derrotas, nunca ve las victorias. Así que tan sencillo como obedecer al Señor es tener una vida de victoría, porque Dios camina con el que le obedece y si Dios va con nosotros, quien contra nosotros.
4. Dañamos la obra de Cristo-Josué 7. En este pasaje vemos que el pecado de Acán no solo le afecto a el, su pecado afecto al pueblo de Dios, de igual manera cuando un creyente cae en pecado, por causa de ese pecado se afecta el cuerpo de Cristo, la iglesia. Cuando usted ve una iglesia que no crece, que mantiene el status quo, pero no avanza, hay un fruto incipiente, la gente que desea crecer se va a otra iglesia, los programas no son efectivos y la gente se queja del pastor, del trabajo que hace; pero en realidad es el pecado de la gente en la iglesia lo que estorba la obra, vemos infidelidades, deslealtad, murmuración, falta de sujeción, mentiras, calumnias dentro del pueblo de Dios, pero preferimos callar y hacernos de la vista gorda como dicen por allí, preferirnos estar bien con los hombres, antes que estar bien con Dios, porque es tan culpable el que peca, como el que conociendo el pecado se llama al silencio. Y cuando el pecado se trata de señalar, entonces es malo el que señala el pecado y bueno el pecador, porque tristemente en estos tiempos llamamos a lo malo, bueno y a lo bueno, malo.
5. Soportamos estrés mental y emocional. Salmo 32:1-4. Esto es lo que le paso a David mientras no confesó su pecado, el dice que envejecieron sus huesos, porque el pecado nos destruye, nos quita el sueño, nos trae estrés, depreción, cansancio.
Dios nos ha traído libertad del pecado, no volvamos a la esclavitud. No somos libres si vamos a la iglesia, no somos libres si nos sentimos buenos, somos libres cuando nos arrepentimos del pecado y dejamos que Dios obre cambios en nuestro interior, pero jamás veremos la obra de Dios en nuestras vidas, si no aprendemos a vivir en su presencia, no un rato en la iglesia, me refiero a entender que el es nuestro amado, y cada día deberíamos amanecer postrados a sus pies, pues allí, donde nadie nos ve, Dios actua y nos da el poder para vivir nuestros días en victoria y con la seguridad de su presencia en todo lo que hacemos.
¿Ama usted realmente al Señor? o ama más ese pecado que le aleja de el y le tiene en derrota, si le amamos la mejor muestra de ello será procurar una vida de obediencia, que no es fácil, pero que es más facil cuando pasamos tiempo con el.
Mi oración es que usted descubra los tesoros que recibimos cuando entendemos que Dios desea una relación con nosotros, cada día y no únicamente los domingos. Bendigo la vida de los que han leído este post, rogando que Dios hable a sus corazones.
Solo podria decir : Woow hermosa enseñanza - El Espiritu Santo nos habla cada dia a nuestras vidas y nos enseña el camino a seguir , la santidad - la obediencia y la verdad a nuestra vida - Sea Jesucristo glorificado en cada uno .
ResponderEliminarGracias a Dios por su palabra y por su pueblo ,que siempre hay entre ellos entendidos en la voluntad divina .
Paz a vosotros .