Aun recuerdo algunas frases de mujeres mayores refiriéndose a los cristianos de antes, siempre dicen "antes como se diferenciaban los cristianos de los que no lo eran", no se si se referiran al aspecto físico únicamente, pero es evidente que antes no se daban divorcios entre los creyentes, no era tan común la infidelidad y otros pecados. ¿A que se debe este fenómeno, si es que así lo podemos llamar?, pues bien, Santiago 4 claramente nos habla de los que mantienen amistad con el mundo, que no son otros que los cristianos carnales, aquellos que se dejan llevar por sus pasiones y aunque van a la iglesia viven una vida de permanente pecado.
Hoy todo ha sido tergiversado, como la Biblia nos enseña, vivimos en una sociedad donde a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno, y claramente el mundo ha entrado en la iglesia, como bien lo señala un dicho que circula por allí "hay demasiadas iglesias en el mundo y demasiado mundo en las iglesias". Vemos de todo en las iglesias, chisme, celos, contiendas, falta de sujeción, maquinaciones, personas levantando falso testimonio, otros queriendo agradar a la gente y no a Dios, hay quienes aun sabiendo la Palabra la acomodan para sus intereses, falta de respeto, adulterio, mentira y todo lo malo que nos podemos imaginar. Lo peor de todo es que el malo parece bueno y el bueno se le llama malo, apariencia de piedad, quizás el Señor diría "este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí". Nos hemos vuelto muy religiosos, cantamos, servimos y hablamos como creyentes, pero en realidad al salir de la iglesia y aún en la iglesia, vivimos dando rienda suelto a nuestras pasiones, somos enemigos de Dios.
Agradecida por su llamado
Karen
Hoy todo ha sido tergiversado, como la Biblia nos enseña, vivimos en una sociedad donde a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno, y claramente el mundo ha entrado en la iglesia, como bien lo señala un dicho que circula por allí "hay demasiadas iglesias en el mundo y demasiado mundo en las iglesias". Vemos de todo en las iglesias, chisme, celos, contiendas, falta de sujeción, maquinaciones, personas levantando falso testimonio, otros queriendo agradar a la gente y no a Dios, hay quienes aun sabiendo la Palabra la acomodan para sus intereses, falta de respeto, adulterio, mentira y todo lo malo que nos podemos imaginar. Lo peor de todo es que el malo parece bueno y el bueno se le llama malo, apariencia de piedad, quizás el Señor diría "este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí". Nos hemos vuelto muy religiosos, cantamos, servimos y hablamos como creyentes, pero en realidad al salir de la iglesia y aún en la iglesia, vivimos dando rienda suelto a nuestras pasiones, somos enemigos de Dios.
¿Que clase de cristiano espera Dios que seamos?, veamos algunos consejos que nos da Santiago respecto a ello:
Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. St. 4:4
- Personas que se acercan a Dios, que no le conocen solo por el mensaje del domingo, que no piensan que un devocional es solo la lectura de la Biblia. En realidad Dios quiere que seamos sus amigos, que anhelemos buscar su rostro, que lleguemos con adoración a su presencia. Muchos leen la Biblia y consideran que eso es suficiente, pero la mayoría al hacerlo no hacen más que adquirir conocimiento. La Palabra nos enseña la clave para lograr estar en la presencia de Dios, nos muestra la entrada, la puerta,"entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza". Así es, devocional viene de devoción y devoción es adoración, alabanza, nuestro tiempo con el Señor a diario debería iniciar con adoración, cantando, agradeciendo porque esa es la entrada a su presencia. Después de esto es mucho más fácil entrar en su presencia, pero además poder llegar a acercarnos más a Dios, a compartir con el, nos deja una verdadera relación de amistad con el, entre más cerca estamos de Cristo, mas nos parecemos a El y más difícil es volvernos al pecado.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros . St. 4:8a
- Personas que viven en santidad. No es posible que en estos tiempos las personas se hagan de la vista gorda, que vean gente que anda en pecado y permitan su servicio sin problema, es que es lo mismo que un adultero sirva, como que lo hago un homosexual, o uno que no se sujeta a la autoridad, o uno que vive chismeando. Pero hoy nadie quiere señalar el pecado, la gente prefiere mantener su amistad con los que pecan, antes que decirles que su estilo de vida ofende a Dios, y cuando alguien lo hace, todos salen a defender al que vive en pecado o se llaman al silencio. Es increíble los tiempos en los que vivimos, poco a poco se ha ido legalizando el pecado en la iglesia, pero aún el que sabiendo que otros pecan y se calla, aún estos se constituyen enemigos de Dios. El llamado de Dios es a limpiarnos, a puricar nuestros corazones, arrepentirnos, porque si no igual habrá consecuencia del pecado, para la persona y para la iglesia. Como podemos pretender que las iglesias crezcan, como pretender que el fruto de las personas nuevas se retenga, cuando Dios no está donde hay pecado, no hay comunión entre la luz y las tinieblas.
Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. St. 4:8b
- Personas que se someten a Dios. Este tema es de amplio alcance, porque en realidad el ser humano nace con el pecado de rebeldía en su corazón, el mismo pecado que hizo que cayera el angel Luzbel. Desde pequeños los niños se rebelan a la autoridad del padre, y cuando el sometimiento a la autoridad no se enseña y se vive en el hogar, no podemos esperar personas que se someten a Dios, o se someten a la autoridad de la iglesia, las autoridades de gobierno o de otros ambitos en la sociedad. Las personas no pueden engañar, es que pretenden engañar diciendo que se someten a Dios pronunciando la Palabra, pero sus hechos ciertamente dicen lo contrario, personas insujetas, que no se someten en la iglesia, tampoco lo hacen en sus casas, o en sus trabajos, al igual que Satanás pretenden ponerse en el lugar de Dios.
Someteos, pues, a Dios. St. 4:7a.
- Personas que se humillan delante del Señor. La humillación es una condición intimamente ligada con el sometimiento, no podemos someternos si no hay humillación, es reconocer nuestra verdadera condición, que somos polvos, que sin Dios no podemos hacer nada, y como consecuencia le buscamos, le anhelamos en nuestra vida, por la conciencia que adquirimos de que nada somos. Pero entra en juego la autosuficiencia, todo lo podemos, somos inteligentes, nos llaman, nos consultan, nos preguntan su opinión porque somos listos, ah que mentira, esto únicamente la vanagloria que promueve el enemigo en el corazón para que pensemos que si nos va bien es por nuestro esfuerzo o por nuestra inteligencia. Una actitud de humildad se procura a sus pies, en constante búsqueda de Dios, pues el ha dicho "buscadme y vivireis"
Humillaos delante del Señor. St. 4:10aAmadas necesitamos buscar al Señor, ahora que podemos encontrarle, que nuestra oración sea Señor mueve el estanque que hay en mi vida, úneme a tu río, dame vida. Ven, derrama tu gloria. Si lo hacemos tengamos por seguro que veremos su gloria, pues El nos oye. Busquemos al Señor
Agradecida por su llamado
Karen
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