Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza;Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones. Salmo 100:4-5
En los últimos años dejé de participar activamente en las reuniones de oración de mi iglesia, la razón es que tuve a mis dos hijas menores y me resultaba difícil trabajar, estar pendiente de la casa, de mis hijas y de mi esposo y además participar activamente en todas las reuniones y actividades de la iglesia. Así que decidí no participar de la reunión de oración, ya que cuando iba usualmente lo hacía sola con mi esposo y mis hijas quedaban al cuidado de una persona.
En mi reflexión de la vida cristiana me di cuenta de algo, no estaba compartiendo con mis hijas mi fe cristiana, no estaba modelando la vida que Dios quiere que mostremos a ellos, pues mientras ellas estaban viendo televisión, jugando o haciendo otras cosas en la casa, yo estaba en la iglesia enseñando a otros, pero descuidando a mi pequeño rebaño. Así que tomé la decisión de hacer mi propia reunión de oración con mis tres pequeñas, adorar juntas, orar juntas, llevar las cargas las unas de las otras y ver el poder de Dios mientras nos moldea, nos responde y nos maravilla con sus milagros.
Ahora entonces te quiero compartir algunos elementos que incluyo siempre en nuestra oración juntas:
1. Adoración: esta es la primer parte de nuestra oración, quiero que mis hijas reconozcan a Dios en todo lo que son y hacen, así que siempre les pregunto ¿porque Dios es bueno?, ¿creen que el Señor es justo?, ¿como vemos la misericordia del Señor?, ¿deberíamos adorar a Dios por todas estas cosas? y luego juntas comenzamos a cantar cantos que adoran al Señor, esta es nuestra entrada a su presencia. En esta parte me hago ayudar de youtube, y quiero contarles que me alegra en gran medida ver que mi hija de 4 años levanta sus brazos cuando me ve a mi hacerlo.
2. Gratitud: La palabra nos enseña: "entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza", así que la adoración y la gratitud son puertas que nos dan libre acceso al Padre, al hacerlo debemos estar seguros de que El nos hablará y nos oirá. Usualmente en esta parte les pregunto si tienen un motivo para agradecer al Señor y ellas siempre tienen un motivo.
3. Amor por el prójimo: Me gusta recordarles que tenemos la responsabilidad de orar por los demás, así que he comenzado esa práctica en casa, cada una de mis hijas ora por la petición de una de sus hermanas o mi petición como madre, debemos ser guardas de nuestro prójimo.
4. Orando por su provisión: Creo que es importante que nuestros hijos conozcan de algunas de las necesidades familiares, pero más que saber de estas necesidades es importante que sepan que podemos ir a la presencia de Dios para pedir por su provisión y su cuidado, así cuando Dios contesta ellos sabrán a quien dar gracias, tendrán otro motivo de gratitud y entenderán que lo que el hombre tiene no es producto de su esfuerzo, en realidad es la bendición del Señor.
5. Arrepentimiento y busqueda del perdón de Dios. Claro que esta parte también es importante, todas las personas sabemos que hacemos cosas malas que no agradan a Dios, nuestros hijos también lo saben, así que es tiempo de reconocer esos pecados, pedir perdón y enseñarles a depender de Dios para que el obre un cambio en sus vidas.
A veces pensamos que es la iglesia la responsable de enseñar a nuestros hijos a adorar a Dios y depender de el con todo su ser, en realidad somos nosotros los padres su primer y mejor ejemplo. No desperdicie este tiempo en que son niños, mientras son pequeños disfrute del tiempo de oración en casa, cuando ellos sean grandes de 12 o más entonces lleveles a la iglesia. En realidad no somos malos creyentes si no participamos de la oración comunitaria de la iglesia, no deberíamos serntirnos mal por no participar, en realidad mas mal nos vamos a sentir al pasar los años y que nuestros hijos ya adultos no compartan la fe en Dios, dedicar tiempo a la iglesia que tenemos en casa seguramente es algo que alegra el corazón de Dios.
Bendecida por su llamado
Karen
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