Esta mañana mientras tenía mi devocional, Dios dejó una enseñanza desafiante que agradezco en mi corazón y que he querido compartir, pues aún sabiéndome llamada por el Señor, me hace reflexionar sobre lo que Dios sigue buscando en mi y en el ser humano, una búsqueda que no solo se dirige a pastores, es un llamado para todos los que decimos amarle, los que decimos seguirle, es un llamado para ayudar a la gente, porque el mundo se pierde cada día sin Cristo.
En mateo 9:35-38 nos muestra a Jesús caminando en medio de las ciudades y aldeas y mientras lo hacía el predicaba y sanaba las enfermedades del pueblo, El respondía a las necesidades de la gente, tenía compasión de ellas y las miraba desamparadas y dispersas y es allí cuando dice a los discípulos que es necesario de mas obreros, pues había mucha necesidad, pero pocos respondiendo a esa necesidad, así que lanza un llamado a obreros, aquellos que deseen trabajar para el rey de reyes, pero bien valdría recordar que el llamado que Dios lanza no es fácil, y he escrito algunas cosas que en mi experiencia ministerial he visto y experimentado de esta hermosa pero dura tarea.
Se buscan:
Se buscan personas que se detengan a ver las necesidades de los demás y dispongan su corazón para hacer algo, personas que dentro de la iglesia se acerquen a las gente nueva y les den un abrazo.
Se buscan personas que hablen menos y hagan más, que se bajen de las graderías y se dispongan a sudar la camiseta de la obra del Señor.
Se buscan personas que dejen atrás las tradiciones y los dogmas egoistas para hacer iglesia, frente a las necesidades actuales que hoy nos desafían.
Se buscan personas que critiquen y que juzguen menos, que perdonen, que sean misericordiosos, que amen.
Se buscan personas que antepongan sus intereses personales y familiares, por los intereses de Cristo, porque quienes no puede dejar a padre y madre no puede seguirle a El.
Se buscan personas que no se excusen por la lluvia, por el tiempo, por el trabajo, por los hijos, por la salud, porque se les hizo tarde, por un examen, por cualquier cosa que decidan que es mas importante que ir y hacer discípulos.
Se buscan personas que no se sienten indispensables, tan indispensables que aceptan todo lo que les proponen, personas que entienden que lo que se pone en sus manos es por gracia no porque son los mejores.
Se buscan personas que entienden la gracia, que no se sienten buenos, santos ni perfectos, que se ven pecadores y malos, pero se saben justificados y perdonados por Cristo.
Se buscan personas que entienden que el discipulado no es una clase, es invertirnos en otros para procurar que ellos se parezcan mas a Cristo.
Se buscan personas que estén dispuestas a darse sabiendo que serán criticados, humillados y calumniados por causa de Cristo.
Se buscan personas que aún sabiendo que han dado de su tiempo y recursos, no esperen un gracias, tampoco palabras de aliento o un reconocimiento, porque si habrá reconocimiento este será en el cielo.
Se buscan personas que den todo y no esperen nada, porque el ser humano es olvidadizo y pronto olvida lo que por el se ha hecho.
A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Gracias por compartir , si hay que orar por esos obreros que estén dispuestos a darse , excelente palabra .
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