Iniciamos nuestro estudio de Rut, un libro que quizás habrás leído muchas veces antes, pero Dios siempre tiene algo nuevo que enseñarnos a través de la Biblia.
No se si conoces estos datos, pero en algunos países la tasa de hogares dirigidos por una mujer sola alcanza el 51%, es decir que es una mujer a la que le toca velar por el sostén de la familia, la guía de los hijos, la seguridad en todos los sentidos. Aunque se que las mujeres somos fuertes, también se que un esposo nos trae seguridad, eso me pasa a mí cuando mi esposo sale de viaje, cuando quedo sola, me resulta difícil dormir plácidamente, me despierto varias veces, trato de estar mas cerca de las niñas para cuidarlas, porque la presencia de el me da seguridad.
Aún no puedo imaginar la vida de Nohemí, vivía como extranjera en Moab, quizás no tenía mayor contacto con su familia, - recordemos que en aquellos tiempos no había tanta facilidad de comunicación como ahora,- y de pronto muere su esposo y también mueren sus hijos. Además de ver el futuro sin esperanza había gran dolor en su corazón, había perdido tres personas amadas, además de no tener seguridad económica ni emocional para enfrentar la vida, un tiempo definitivamente duro.
En ese panorama oscuro aparece una esperanza, "Entonces se puso en marcha con sus nueras, y regresó de los campos de Moab, porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darle pan." En medio del dolor por el que estaba pasando aparece una luz, la oportunidad de tener alimento para su sostenimiento.
Te imaginas una vida así, claro, hay muchas mujeres pasando por situaciones dolorosas, desempleo, sin alimento para sus hijos, con deudas que no tienen idea de como las van a pagar, rogando que no las despojen de la vivienda donde viven, algunas han sufrido el dolor de la muerte de hijos, abandonadas por un hombre en el que confiaron, sin saber como van a hacer para salir de todo lo que les agobia. Pero igual pasa con mujeres casadas, pues el sufrimiento no llega por causa del estado civil, de igual manera muchas mujeres sufren abuso, irrespeto y dolor.
Pero al igual que en los tiempos de Rut, Dios nos ofrece esperanza, El siempre abre puertas en medio de la dificultad así que nosotras debemos poner nuestra confianza en El únicamente, pues a veces sufrimos desilusiones porque nuestra confianza la depositamos en personas.
En estos tiempos encontramos muchos libros de "autoayuda", que nos hacen creer que podemos solas, pero la realidad es otra. Dios nos hizo con un sentido de dependencia de El y solo con su ayuda el desorden se vuelve al orden, la injusticia se desbarata y se vuelve la justicia, con su ayuda surgen oportunidades, se cierran los caminos que son malos para nosotras, así que es necesario aprender a depender de El.
Depender de Dios en cambios que requerimos en nuestro interior, depender de El para que obre cambios en nuestra familia, para que haba milagros, para que aprendamos a vivir conforme su voluntad y entonces cada cosa estará en su lugar.
Hay esperanza en Dios, sin importar la dificultad que estemos atravezando, El desea ser el primero en nuestra lista de búsqueda, desea que recordemos que es nuestro padre, nuestro salvador, nuestro esposo, el que llena nuestro corazón y sacia nuestra alma.
Lo que cada mujer necesita no lo tiene un hombre, la forma de su corazón tiene la forma de Cristo, con Dios siempre habrá esperanza de un presente y un futuro mejor.
Agradecida por la vida
Karen de Aguilar
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