Cuantas veces nos escuchamos a nosotras mismas diciendo "que suerte" cuando logramos un beneficio, un empleo o cuando nos fue bien en algo que emprendimos. Así es, le atribuimos a la suerte lo bueno que nos pasa o creemos que fue por coincidencia que estábamos en el lugar adecuado justo en el momento correcto. La realidad es que los que profesamos la fe cristiana, sabemos que no es suerte ni coincidencia, sencillamente el bien que nos viene es producto siempre de la bendición del Señor. Es interesante ver como Dios actúa, y la historia de Nohemy y Rut es una muestra clara de que todo lo que ocurre a sus hijos trae bien al final, veamos algunos puntos claros de esto: 1. Rut quiso ir a recoger espigas, que "coincidencia" que escogió precisamente el campo de Booz, un pariente de Nohemy que podía redimirlas. 2. Que "suerte" que Booz se fijó en Nohemy y tuvo la disposición de ayudarla y permitirle que recogiera con las mismas condiciones que las cri...
Un blog para compartir mis experiencias y mi andar cristiano, esperando que pueda con ello ayudar a otras en su crecimiento espiritual y su anhelo por mejorar su relación con Cristo